Taller de lectura crítica grados 10A,10B Y 10C semana del 18 al 22 mayo
Institución
Educativa Villa Santana
Guías de
trabajo Lectura crítica 10A, 10B, 10C
Profesor:
Harold Espinosa Duque
Entrega:
semana del 18 al 22 de mayo
Nota:
Recuerde que todos los talleres de lectura crítica deberán hacerse el cuaderno,
en este caso solo copiar las preguntas, responder, tomar foto, marcar las hojas
con nombre completo y grado del estudiante y enviarlas al correo: haroldunidos@gmail.com o al whatsapp: 3113625645
Taller de lectura crítica
Estrategia
de lectura
- Desarrolle
las estrategias de prelectura (revise)
y lectura global (resalte y escriba
notas al margen) con el siguiente artículo.
LA VIOLENCIA EN EL ESPECTÁCULO DEL FÚTBOL, UNA REALIDAD EN EL NUEVO
CONTEXTO COLOMBIANO
JESÚS EDUARDO VÉLEZ MEJÍA.
Licenciado Educación Física. U de A.
Colombia.
Especialista Admón. Deportiva y Mercadeo del
deporte. U de A. Colombia.
Estudios de Ocio. U. de Deusto. Bilbao.
España.
Actualmente:
Docente Universitario pregrado y postgrado
U. de A. Colombia.
Estudiante Quinto Semestre de Derecho y
Ciencias políticas U. de A.
Comisión de expertos “Legislación
deportiva”, Coldeportes Nacional. COLOMBIA.
INTRODUCCIÓN
El miércoles 11 de mayo de 2005, Colombia conoce otra desagradable
historia de fútbol y violencia. Una horrible noticia conmovió nuevamente al
país. Un aficionado al fútbol es asesinado, y otro brutalmente agredido por sus
propios compañeros de barra, en una de las tribunas del estadio Nemesio Camacho
“El Campín”, de la ciudad de Bogotá, en un clásico futbolero entre los equipos
Santa Fe de la capital de la república y el club América de la Ciudad de Cali. En medio del
estupor que la noticia causó, el país empezó a preguntarse, como me pregunto
yo, ¿qué es lo que pasa al interior del fútbol espectáculo en Colombia, que día
a día, son más los desórdenes y muertos?, ¿qué es esta nueva forma de violencia
en Colombia, que crece sin medida alrededor del fútbol espectáculo?, ¿son acaso
violentos los espectadores que van a fútbol en Colombia?
Para empezar y al respecto del aficionado muerto en esos lamentables
hechos, y de las imágenes vistas en todo el mundo, un periodista comentó,
"El país esta de luto", otro dijo,
"esto del fútbol se nos salió de las manos", el director
nacional de policía, dijo "reconozco que cometimos errores", la mamá
del muchacho dijo "él salió muy contento a estrenar un
“trapo” nuevo con la barra", un senador de la república dijo
"declaremos terminado el torneo por
este año", el hermano del muchacho dijo "el que lo mató fue un hincha
del América", el arbitro del partido, de apellido Panesso, dijo
"sigamos el partido; acá no pasó nada", la Dimayor o División Mayor
del Fútbol Colombiano, dijo "la plaza queda suspendida seis fechas",
los jugadores dijeron, "esto perjudica nuestro nivel futbolístico”, la
gente del común dijo "por eso no volvimos al estadio", el Alcalde
dijo, "se reforzarán las medidas de seguridad".
Al otro día, todos los diarios del país publicaron y lamentaron la
tragedia. Nuevamente recordaron las mil y una veces, que Colombia se viene
estremeciendo gracias a la violencia en los estadios, la misma que ha enlutado
la historia del fútbol nacional en repetidas ocasiones. Esta vez la gente no
habló en Colombia del fútbol y sus gloriosas gestas en las copas y torneos
nacionales o internacionales. Esta vez se habló de fútbol, pero para recordar los
muertos en la nueva forma de violencia en Colombia. Una nueva historia en el mundo
el deporte. Una historia para este X Congreso Mundial de Historia del Deporte, donde
se hace necesario dejar constancia de lo que hoy pasa en Colombia con lo que
tanto nos apasiona...el fútbol. Hoy además de contrataciones de futbolistas,
publicidad y espectáculo, la historia del Fútbol en Colombia se mueve entre
violencia y dudas por actos de corrupción y narcotráfico, en la cual
lamentablemente es necesario recordar la muerte del futbolista Andrés Escobar a
manos de los apostadores, luego del mundial de fútbol en EEUU. Además de la historia
de los enfurecidos o desprevenidos hinchas que han fallecido amando su
"equipo del alma". Hinchas y árbitros como Ortega, muertos y
agredidos en estadios de Barranquilla, Cali, Medellín, Bogotá, Bucaramanga,
Manizales, entre otras ciudades. Colombianos que se matan unos a otros, y que
son capaces de dar la vida por un simple "trapo". Como Edison Andrés
Garzón, ese muchacho de tan sólo 20 años, la última victima en Colombia por la violencia
al interior del fútbol espectáculo.
Hablar de la violencia en Colombia, es un tema extenso y complejo. La Agencia Universitaria
de Periodismo Científico, con sede en Colombia, estudia las causas de la misma.
Ella afirma, lamentablemente, que los colombianos son los responsables del 30%
de las muertes violentas en América Latina. Homicidios, secuestros, asesinatos
políticos, lesiones fatales por diferentes causas, accidentes de tránsito,
violencia intrafamiliar, desapariciones forzadas, violencia contra la mujer y
los niños, son algunas de las formas con las que a diario se presenta la
violencia en nuestro país, y ahora, para terminar de completar la nueva y
nefasta historia de violencia en el Fútbol y el deporte espectáculo. ¿Que fue
entonces lo que le pasó a Colombia, y a la violencia con ella? Colombia, y sin
que haya necesidad de repetir, es un hermoso país de regiones, localizado en la
parte norte de Suramérica, donde el azul de sus mares se confunde con el verde
de sus montañas, de sus esmeraldas y de los ojos de sus hermosas mujeres.
La violencia del fútbol espectáculo en Colombia, fue aprendida a través
de los nuevos sistemas de comunicaciones que inundan a Colombia, menoscaba la
cultura juvenil colombiana y crea una nueva manera de aumentar el dolor. Dolor
que nos causan entre otros, las muchas formas de violencia que hoy inundan el
país, como lo son: la guerrilla, el paramilitarismo, el narcotráfico, la
delincuencia organizada, el desempleo, la miseria y el hambre. Colombia con 44
millones de habitantes, intenta sobrellevar el sueño de la post- modernidad que
lo habitan en sus 1.138.910 Km2 de extensión, personas buenas trabajadoras y
honestas. Un país como Colombia, rico en innumerables productos agrícolas,
minerales y culturales. Un país donde el deporte se ha entendido en su
Constitución política desde el año 2000 como “gasto público social”, el cual
necesariamente demanda del Estado el compromiso de responder como un Estado
social de derecho a la necesidad de dar respuesta a sus ciudadanos.
Colombia independiente de su violencia, y de la mala prensa que se pueda
conocer o escuchar, tiene entre sus más destacados ciudadanos, al premio Nobel
de literatura, Gabriel
García Márquez; escultores, como Fernando Botero; científicos, como
Manuel Elkin Patarroyo; grandes futbolistas en la Liga de Fútbol de España,
como Amaranto Perea, en la liga de Italia, como Iván Ramiro Córdoba, y en la
liga Inglesa a Juan Pablo Ángel. Cómo olvidar a los ciclistas de todos los
tiempos: “Lucho” Herrera, Fabio Parra y en la actualidad Santiago Botero; los
beisbolistas Edgar Rentería y Orlando cabrera en las grandes ligas
Americanas; la patinadora “Chechi” Baena y las tenistas Fabiola Zuluaga
y Catalina Castaño, el automovilista Juan Pablo Montoya, además de cantantes
como Shakira, Juanes, y Carlos Vives, pero además honestos campesinos que
cultivan el más rico café del mundo, las flores mas lindas del planeta y las
frutas más dulces del universo.
Pero en medio de ese maravilloso historial deportivo, asistimos también
aterrados a lo que se nos volvió el nuevo espectáculo del fútbol, que al igual
de las muchas alegrías que nos ha deparado como lo ha sido el asistir tres
mundiales en línea, un 5 a
0 contra Argentina, hace 10 años por una eliminatoria, ser campeones de la copa
América hace tres años; ganadores de dos Copa Libertadores, participar en
innumerables torneos juveniles organizados por la FIFA , tener jugadores en
todas las copas europeas, en el fútbol árabe, turco, argentino, brasilero,
centro y norteamericano. Tener varios técnicos, dirigiendo equipos de liga y equipos
nacionales, como el de Costa Rica, Ecuador y Panamá.
LAS CARAS DE LA
VIOLENCIA Y LA
NUEVA FORMA DE VER EL FÚTBOL.
El fútbol se puede considerar como uno de los fenómenos sociales más
importantes del siglo XX, y el más importante para este siglo XXI. Su capacidad
de despertar sentimientos, pasiones, alegrías, tristezas, guerras, y fiesta, no
conoce fronteras. Históricamente se puede considerar que el fútbol se ha jugado
alrededor de un balón y 22 jugadores detrás de él, en un terreno llamado
cancha, delimitado por medidas y controlado por un juez. Sin embargo, es necesario decir también, que no solamente
el juego se presenta en la cancha; si bien en este espacio se da el juego o
deporte del fútbol como tal, un aspecto fundamental para este, es la tribuna.
Espacio o lugar donde se sitúa gente a ver fútbol, a respirar fútbol, a sentir
fútbol, todo en medio de una mezcla entre pasión y razón. Es decir, otro lugar
dentro del estadio donde también se juega fútbol.
Es necesario hablar entonces de la tribuna como otro terreno de juego,
lugar donde lo que se juegan son otra gran cantidad de simbologías y aspectos
de interacción social, propios del análisis de las ciencias sociales. A través
de la historia del siglo XX, se puede observar cómo el fútbol se constituyó en
un fenómeno que gradualmente con el tiempo fue atrayendo incalculables masas. Se
vio también cómo fue despertando todo tipo de pasiones y moviendo todo tipo de
intereses, que unidos al nuevo mundo globalizado, permitieron impulsar a nivel
mundial y en especial en algunos lugares del planeta, una forma de expresión,
por demás violenta, la cual fue denominada “Hooligans”. Los mismos que invadieron
como plaga todos los estadios Europeos en medio de los campeonatos oficiales, sembrando
terror y violencia al interior del fútbol espectáculo, dentro y fuera de los
estadios, quienes mostraron al mundo la cara "negativa" de la
tribuna, aforando el nombre de “barras bravas”. Este fenómeno comenzó a
promoverse alrededor del mundo de forma acelerada, haciendo que en los
diferentes países futbolísticamente "grandes" las barras bravas comenzaran
a surgir, y luego por imitación de estos modelos, en otros países como el
nuestro.
La tendencia de barras bravas nace en Colombia en los años 90 cuando
nace la rivalidad entre hinchas de Medellín, Cali y Bogotá. Al igual que en los
estadios del mundo, en Colombia las tribunas se llenaron de alegría, porque
nuestras gentes aprendieron a ver el colorido de las tribunas de los otros
equipos europeos o argentinos, unas veces porque la hinchada acompañó a sus
equipos a dichos lugares, otras veces por lo que se veía por televisión, en el
también globalizado mundo de las comunicaciones. En Colombia se pasa de una
manera pasiva de ver el fútbol, a una forma activa y diferente, ya que estos
jóvenes durante todo el partido se dedican a saltar y a cantar a ritmo de
tambores, palmas y señales, empleando gestos con las manos y cuerpo en general.
Muchachos y muchachas de todos los estratos sociales y económicos de la ciudad,
unidos solo por una insignia, un color, una pasión, una razón y un sentimiento,
para ver y disfrutar los encuentros futboleros. En Colombia, las ciudades
empiezan a llenarse de grafitis y simbología entre barras, la cultura de la
camiseta o insignia de la escuadra futbolera preferida o de la región,
adquieren estatus. Las banderas inundan los escenarios deportivos y se da un
relevo generacional al interior del estadio. El hincha de cojín y familia con
niños en brazos, desaparece de las tribunas en los estadios Colombianos, dando
paso al nuevo hincha del fútbol, o sea el joven de arete, piercing, tatuaje, torso desnudo, esbeltez y colorido. El estadio
se inunda de alegría, droga, alcohol, impunidad, saltos y gritos. El poder se
convierte en lo esencial, y el respaldo al equipo se torna en lo más importante
para la vida de muchos jóvenes que no teniendo nada importante en sus vidas,
convierten a su equipo de fútbol, en su más preciado tesoro. Es decir, se fue
creando una nueva identidad nacional, una cultura del fútbol espectáculo. La
simbología cambió, y el imaginario individual y colectivo de los nuevos hinchas
del fútbol plagó todos los rincones del territorio nacional. La rivalidad entre
las escuadras futboleras no se hizo esperar y la violencia al interior de los estadios
se empezó a volver situación cotidiana.
Existen varios mundos cuando un balón de fútbol, se hecha a correr en
cualquier estadio del planeta. Son muchos los intereses que se
"patean" en un encuentro de 90 minutos. El fútbol se vive adentro y
fuera de los estadios. Las “barras bravas” podrían considerarse como un superlativo
de las barras; sin embargo, su desarrollo y dinámica dentro del fútbol y la
tribuna como tal, difiere enormemente del buen espectáculo. Las barras están
altamente ligadas a procesos económicos y políticos de los países y de sus
equipos. No obstante, en el caso colombiano, se les rotuló como “barras bravas”
dado su estilo particular de apoyar a los equipos. Una cosa es la razón y otra
la pasión, y en el fútbol, además de once contra once, se enfrentan igualmente
imaginarios individuales y colectivos que producen en los hinchas y en la masas
transformaciones inesperadas. Colombia no es la excepción. En el fútbol, todo
además de razón es pasión. Es pasión: el hincha, la jugada, la narración, el
gol, la carrera futbolística de los jugadores como actores principales, la
familia, los costos del espectáculo, la publicidad, la fuerza pública, las barras
en la tribuna, la celebración del gol, la euforia, el alcohol, la droga, las
banderas, las camisetas, la gorra, el tambor, los costos de los jugadores y los
costos de las transmisiones de los partidos por televisión, entre otros
factores.
Para el caso Colombiano, algunas características que están identificando
el nuevo tipo de fútbol espectáculo se pueden resumir así: aficionados que
encuentran en el estadio el lugar natural de la brutalidad, el maltrato y el
irrespeto; el periodista y el comentarista deportivo con su pasión e intereses
económicos; las expresiones verbales de barras, técnicos, directivos y
aficionados; la simbología y logística utilizada en el espectáculo por
jugadores y aficionados; el apasionado hincha promotor de modelos foráneos, la
valoración exagerada y descalificadora de los hechos por unos y otros; y
finalmente, lo más lamentable, el reflejo de la sociedad violenta, excluyente y
limitadora que envuelve a Colombia, que fruto de sus múltiples desigualdades,
ha socavado finalmente el sentimiento del hincha, generándole resentimientos
sociales y culturales, que son infortunadamente trasladados al fútbol.
EL JUGADOR NÚMERO DOCE: LA OTRA RAZÓN.. .
El fenómeno de la nueva violencia al interior del fútbol espectáculo
debe involucrar más actores en su favor. Las políticas públicas, más que
coercitivas y preventivas, que son muy importantes, deberían ser siempre
permanentes, lúdicas y educativas, promoviendo la “cultura del espectáculo”
como medio de crecimiento social, fortalecimiento de valores y principios culturales
y cívicos. Ser hincha de fútbol, pertenecer a una barra, vestir la camiseta de
una divisa futbolera, no son sinónimos de violencia, inseguridad y pobreza. Ser
amante al fútbol, no es ser delincuente. Los hinchas son otro jugador más pero
fuera de la cancha. En Colombia no existe un verdadero programa de cultura
futbolera. Los hinchas y las autoridades se aferran a esquemas rutinarios en
cada partido. No existe por parte del Estado, llámese Secretarías de Educación,
Institutos Nacionales, Departamentales y Municipales de deporte, Cajas de Compensación
Familiar, universidades, u otros entes de apoyo civil, un verdadero programa a
favor de la problemática de violencia que se desprende de un espectáculo masivo,
en este caso, el fútbol.
Las “barras bravas” son una perversión del fútbol. Unir esfuerzos
excusados en el deporte para promover el delito, el daño y el temor, son una
atrocidad. Las barras bravas dirigen en contravía el principio fundamental de
promoción y alegría que dinamiza el deporte. El fútbol Colombiano, no se merece
violencia en su interior. El deporte no puede ser el reflejo del mayor o menor
grado de criminalidad en un país. Las barras transforman el fútbol desde el concepto
de masa, espectáculo, publicidad y deporte social comunitario. El hincha de
fútbol tiene que respetar y hacer respetar su espacio y el espacio de los demás
en el estadio.
La globalización en el fútbol, ha permitido que de Colombia se exporten
jugadores, técnicos y técnicas de fútbol, pero es innegable que en todo ese
intercambio económico que se da se involucra igualmente el intercambio cultural
que el fútbol representa. Muchos niños en Colombia sostienen relaciones con
aficionados Argentinos por Internet. Ellos, unos y otros, se cuentan
experiencias, se enseñan cánticos, se valoran, se respetan, se quieren. Sin
embargo, los factores socioeconómicos, la violencia y la globalización, tampoco
son en su totalidad, toda la explicación a este nuevo fenómeno nacional.
Existen factores de orden sicológico, sociológico, histórico y demográficos,
ligados al estilo y forma de vida familiar. El mismo círculo social familiar al
cual pertenece el joven en Colombia, está muy afectado por la crisis aguda que
padece nuestra sociedad.
Los medios de comunicación, podríamos pensar, van configurando y
estructurando, en el caso del fútbol, una visión de fanatismo e idolatría
suprema donde el oyente o lector se ve condicionado cada vez más a defender o a
atacar determinado equipo. A través de los medios de comunicación y sus
constantes polémicas, la mayoría de comentaristas y narradores deportivos
enardecen las pasiones, levantando o bajando los ánimos para aquellos a quienes
el fútbol ha llegado a representar, por la vía de una sutil manipulación, su
vida. El fútbol se va adueñando cada vez más de la mente de los individuos,
quienes en su cotidianidad piensan sienten y hablan solo de él. El fenómeno de
las barras bravas es más que una masa de muchachos enardecidos.
FENÓMENO DE TIEMPO ATRÁS EN BUSCA DE UNA NUEVA ACTITUD.
La violencia en el fútbol no da más tregua; desde 1989 nos estábamos
anticipando con nuestras intervenciones de tipo pedagógico a lo que sucedería.
Para ese entonces entendíamos que la solución a dicho asunto podía estar por el
lado educativo y cultural.
Nunca pensamos en la represión, ni mucho menos en la igual respuesta
violenta. Nunca se valoró la importancia de estrechar relaciones de amistad
entre todos los actores que intervienen el Fútbol. Siempre se ha trabajado por
separado. Incluso, estamentos importantes en la sociedad, como los padres de
familia, poco han intervenido a favor de la solución a un problema que
perfectamente se puede solucionar desde el propio hogar. Lógicamente, articulado
a otros estamentos como escuelas, medios de comunicación y autoridades, que propiciaría
la difusión de conceptos sobre la base del respeto personal y del otro en el espectáculo
de fútbol. ¿Es normal la agresividad en los jóvenes que acuden al fútbol? Yo
diría que no, pero que es explicable porque todo ese tipo de expresión está intrínsecamente
relacionado con los aspectos sociales y culturales que se viven, en este caso,
en Colombia. La de hoy es una conducta típica de los adolescentes. Es
previsible. Pero no es única de los colombianos sino de la cultura mundial. Es
una conducta que carece de normas y que de alguna manera nos tiene preocupados
porque incide en la vida y de quienes asisten y no asisten al espectáculo.
Los latinoamericanos no nacimos como una sociedad fuente de nuestros
propios valores sino como una sociedad reflejo, la cual tiende permanentemente
a imitar. Imitamos, primero, la cultura española, luego, la inglesa, la
francesa, y hoy, la estadounidense. Los nuevos paradigmas se han adoptado sin
pasar por un tamiz de lo propio y de lo nuestro que nos permita desarrollar
identidad. Fácilmente adoptamos ciertas formas de comportamiento para llenar un
vacío de identidad. La actividad que desarrollamos es el reflejo de la sociedad
en la que vivimos y a la que no escapamos, máxime si estamos influidos por los
distintos medios de comunicación mundial. La violencia del fútbol mundial, en
especial la inglesa y la argentina -sin pretender molestar a alguien- ha calado
en un sector minoritario de la hinchada nacional.
En Colombia, la lista de muertos, y heridos por la violencia en el
fútbol, aumenta año tras año. Hinchas apuñaleados dentro y fuera de los
estadios; policía y fuerza pública agredidas igualmente en bien de la seguridad
del espectáculo futbolero; vandalismo, destrucción de mallas, rejas, paredes,
carros y muros, insultos a árbitros y personas indefensas, sedes de equipos
atacadas, amenazas, dirigentes asesinados, extraditados y encarcelados por
dineros mal habidos, atropello, miedo y dolor. En resumen, triunfo y gloria
para algunos, muerte y derrota para otros.
Es necesario coincidir en una pedagogía del espectáculo, una cultura de
la felicidad y una nueva actitud lúdica alrededor del fútbol, creando una
cátedra de convivencia ciudadana, que incluya la cultura barrista y el respeto
por el otro. Se debe aplicar una medicina preventiva, aunque, para otros, sea
esencial la represión. En principio, promover una cultura del respeto y la tolerancia.
El conflicto generado por las barras, al estar ligado al resto de la sociedad,
merece un tratamiento en todos los frentes: en la educación, en la generación
de empleo, en la asesoría familiar, en el acompañamiento social. Las
autoridades, en el caso de las grandes ciudades como Medellín, Cali o Bogotá,
con la colaboración de los equipos de fútbol, y otros organismos sociales,
cívicos y gubernamentales, deben apoyar los comités de seguridad, que son
organismos independientes integrados por las entidades comprometidas en el
espectáculo del fútbol.
En Colombia las leyes no permiten judicializar a los menores de las barras
de fútbol.
Bienestar Familiar dice que falta compromiso de los padres. La
judicialización del menor es uno de los temas más complicados en la legislación
colombiana. Así el país haga parte de los convenios internacionales sobre este
asunto, todavía no hay una normatividad clara y eficiente que ataque los
problemas de delincuencia juvenil.
GLOBALIZAR LO BUENO, APRENDER DE LO MALO PARA NO REPETIRLO.
El fenómeno de las barras bravas que como ya dijimos apareció con los
"hooligans" condujo a las autoridades inglesas a implementar un plan
que, a finales de los años 90, arrojó los primeros resultados positivos con la
rebaja de los actos violentos y delictivos de los seguidores del fútbol en ese
país. La sanciones impuestas a los revoltosos y a los clubes, los controles en
aeropuertos, estaciones y fronteras, unido al pago de los daños a los hinchas, contribuyó
a mejorar la violencia que por Europa, ya corría gracias al fútbol. Los
adolescentes tienen sistemas de responsabilidad distintos a los de los adultos,
porque los ingredientes formativos y retributivos están por encima del concepto
de privación de la libertad. En Colombia carecemos de programas y de personal
experto en pedagogía educativa y campañas de prevención de la delincuencia
juvenil.
Para erradicar el ya posicionado fenómeno de barras bravas en el país y
con la masiva participación de menores de edad en ellas, Colombia debe entre
otras acciones, resolver los vacíos que tiene en su Ordenamiento Jurídico, e
implementar un plan en el que participen todos los estamentos del Estado,
porque con cinco juzgados por ciudad y con la ausencia de abogados en los
procesos, jamás se podrá detener la delincuencia juvenil que avanza a pasos agigantados.
La historia de los rasgos sociales y culturales del colombiano de hoy, son la sumatoria
de dichos rasgos a través de esa propia historia. Historia que unas veces nos favorece
y otra no. El cuerpo general que integra la sociedad y el contexto que nos
rodean son el fruto de nuestras acciones. El hincha que se mata en el partido
de fútbol, es el hincha a quien le enseñamos a matarse en las películas, en las
transmisiones de televisión en las súper copas de los torneos europeos y
argentinos, los cuales y fruto a las comunicaciones se nos volvieron el pan de
cada día. Todo ello unido a la manera como el comentarista deportivo muchas
veces destaca como novedoso el estruendoso y bochornoso espectáculo de los
hinchas holandeses e ingleses dándose golpes en las calles de Milán en los años
90, del bien cercano siglo XX.
Lo que vive Colombia hoy, es la relación dinámica de una suma infinita
de situaciones complejas propias y ajenas que han tejido una historia llena de
violencia a cambio de la desigualdad que por años ha llenado de falta de
valoración la identidad nacional, reconocida altamente por otros. La falta de
justicia social, unida a la compleja situación de violencia y la influencia
negativa del espectáculo de la violencia en el Fútbol, han hecho de este
espectáculo otro motivo de preocupación para las autoridades civiles y
militares.
Esta ponencia no ha pretendido lamentar nuestras dificultades, esta
ponencia pretendió decirle al mundo que además de las muchas dificultades de
orden social, económico y político por las que atraviesa Colombia, en este país
la historia deportiva del fútbol, se esta empañando de sangre y violencia al
interior del espectáculo. Pensamos que es necesario un alto en el endemoniado
comercio del fútbol como espectáculo, y queremos que se entienda la importancia
de reivindicar el fútbol como fenómeno de integración, encuentro y
reconocimiento. Colombia y sus gentes demandan de mucha felicidad, al fin y al
cabo, la vida es una, y no tenemos derecho a pasarla rodeados de tanta
violencia, mucho menos en el fútbol, que es lo poco que nos puede quedar en
paz.
- Señale
en la lectura, un apartado narrativo,
uno descriptivo, uno explicativo y uno argumentativo.
Parafrasear es reescribir una idea, párrafo
o texto con palabras propias, diferentes a las utilizadas en el texto original,
sin cambiar la idea del autor; es volver a decir lo mismo en un lenguaje
original.
- Parafrasee las siguientes ideas.
“La violencia del fútbol espectáculo en Colombia, fue aprendida a través
de los nuevos sistemas de comunicaciones que inundan a Colombia, menoscaba la
cultura juvenil colombiana y crea una nueva manera de aumentar el dolor.”
“Una cosa es la razón y otra la pasión, y en el fútbol, además de once
contra once, se enfrentan igualmente imaginarios individuales y colectivos que
producen en los hinchas y en la masas transformaciones inesperadas.”
“Los
latinoamericanos no nacimos como una sociedad fuente de nuestros propios
valores sino como una sociedad reflejo, la cual tiende permanentemente a imitar.”
Refrán
|
Paráfrasis
|
A la gallina no le pesan sus plumas
|
|
Abriga bien el pellejo y
llegarás a viejo
|
|
En el país de los ciegos un
tuerto es rey
|
- Complete
la siguiente ficha de lectura.
Las palabras
clave son indicadores que ayudan a construir el tema y a ubicar o dar
contexto a la lectura. Las citas
textuales coincidirán en su mayoría con el subrayado que se hiciera en el texto; verifique que lo copiado
tenga pleno sentido. Asimismo, el comentario
debe relacionarse en su mayor parte con las glosas
realizadas a la lectura. De esta manera, se prepara una lectura de un texto
para su utilización en otras labores académicas.
Ficha de lectura n.o
2
|
Datos bibliográficos o
cibergráficos: Apellido, Nombre. (Año) Título. Ciudad, Editorial, número de páginas. Página electrónica,
dirección electrónica, enlace, fecha de consulta, etc.
|
Palabras clave:
|
Tema:
|
Citas textuales de
importancia:
“xxxxxxx” (página X).
Punto de vista del
autor (tesis):
|
Comentario: importancia, relación, aspectos
positivos y negativos.
|
Corrección y
construcción textual
- Uso de la coma.
A
diferencia del punto y seguido, se usa punto y coma para separar construcciones
completas cuando éstas conservan una relación mas estrecha con la oración
consecutiva.
Ejemplo: “algunas características que están identificando el nuevo tipo de fútbol
espectáculo se pueden resumir así: aficionados que encuentran en el estadio el
lugar natural de la brutalidad, el maltrato y el irrespeto; el periodista y el
comentarista deportivo con su pasión e intereses económicos; las expresiones
verbales de barras, técnicos, directivos y aficionados;”
La
coma se usa para separar frases o palabras de enlace, como las conjunciones
adversativas como no obstante, sin embargo, pero, aunque; en tanto la
proposición que se introduzca sea extensa.
Ejemplo:
“Sin embargo, los factores
socioeconómicos, la violencia y la globalización, tampoco son en su totalidad,
toda la explicación a este nuevo fenómeno nacional”.
Ejercicio
Revise
las comas utilizadas por el autor en la lectura “LA
VIOLENCIA EN
EL ESPECTÁCULO DEL FÚTBOL, UNA REALIDAD EN EL NUEVO CONTEXTO COLOMBIANO”. Consulte otras reglas de uso de la
coma y establezca para cada una porqué se utiliza allí. Presente aquí la norma
de uso y el ejemplo de la lectura correspondiente, por lo menos para otros tres tipos de uso de la coma.
La coma se
usa_____________________________________________________
__________________________________________________________________
Ejemplo:
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
La coma se
usa_____________________________________________________
__________________________________________________________________
Ejemplo:
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
La coma se
usa_____________________________________________________
__________________________________________________________________
Ejemplo: __________________________________________________________________
__________________________________________________________________
1. Raíces
latinas
Nuestra
lengua es rica en palabras que contiene elementos léxicos del latín. Además,
muchos nombres que constituyen el léxico de la ciencia y la tecnología acuden
al latín como fuente de construcción de nuevas palabras. Saber el significado
de raíces y expresiones latinas enriquece el vocabulario propio y amplía las
habilidades de comprensión del discurso.
Consulte
en diccionarios bilingües latín-español o en un diccionario de lengua española
que incluya etimologías, el significado de las siguientes raíces y expresiones
latinas; a partir de ellas, construya ejemplos de palabras y enunciados en
español que las incluyan, preferiblemente en el área académica de su interés.
Raíces latinas
|
Significado
|
Palabras en español que
las incluyen
|
Enunciado
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Agri
|
||||
Ambi
|
||||
Trans
|
||||
Circum
|
||||
Contra
|
||||
Deci
|
||||
Digitus
|
||||
Equi
|
||||
EX
|
||||
Icida
|
||||
Omni
|
||||
Retro
|
||||
Semi
|
||||
Sub
|
||||
Pro
|
||||
Ultra
|
||||
Uxor
|
||||
Expresión Latina
|
Significado
|
Enunciados
|
||
Ab aeterno
|
||||
Alma mater
|
||||
Ad honorem
|
||||
Ad litteram
|
||||
A priori
|
||||
Cum Laude
|
||||
Currículo vitae
|
||||
Ex abrupto
|
||||
Ex profeso
|
||||
Ecce homo
|
||||
Grosso modo
|
||||
Ibidem
|
||||
In fragranti
|
||||
In situ
|
||||
Lapsus Linguae
|
||||
Mare magnum
|
||||
Modus operandi
|
||||
Modus vivendi
|
||||
Motu proprio
|
||||
Non plus ultra
|
||||
Nosce te ipsun
|
||||
Sine qua non
|
||||
Statu quo
|
||||
Sui generis
|
||||
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